De un hospital en Los Monegros españoles a un castillo de la Toscana en Italia, las mansiones terroríficas nos siguen acompañando. Un relato muy breve del que se puede decir mucho, como lo demuestra el análisis tan pormenorizado (más largo aún que el cuento) que ha hecho esta profesora uruguaya en su blog: http://paola-literatura.blogspot.be/2016/01/analisisde-espantos-de-agosto-de.html
Después de leer el análisis veo el cuento con una vista diferente. En el principio no busqué ningún otro significado detrás de cada palabra y tampoco me detuve en el uso de ciertas palabras pero esto cambió después de leer el análisis. Luego leí por segunda vez el cuento. Disfruté el cuento de literatura fantástica gracias a este análisis pormenorizado.
ResponderEliminarNada es lo que parece, es que eso deberíamos saber todos. Pero aquí los cuatro inocentes entienden que no necesitan obedecer a los avisos de una vieja pastora de gansos.?Cómo es posible que el olor de fresas recientes no alarma a los visitantes de un castillo renacentista? Que estúpido cenar bajo un cielo malva con una sola estrella! Que mala idea contar los doce toques insomnes del reloj de péndulo como si no pasaba nada! Que ajeno al mundo puedes ser!
ResponderEliminar?Que es "creer en algo"? Esta historia cuenta que -para creer- no importa de ninguna manera la voluntad o una forma de dedicación. Pasará lo que pasará. Según la historia, la vida 'normal' puede ser una ventana que te da la posibilidad de echar una mirada a otra vida, a una realidad mágica. "Qué tontería que alguien siga creyendo en fantasmas por estos tiempos" dice el narrador. Y de repente huele el olor de fresas recién cortadas. Y está bien hecho que la historia se termina por aquí. Nos da la oportunidad de meternos mentalmente en la misma cama y de preguntarnos qué sería nuestra propia reacción.
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