Las lecturas más pesimistas de este relato ven en él una prolongación del tema de la soledad, que el autor ya trató con todo detalle en Cien años de soledad o La soledad de América Latina. Pero otras lecturas más vitalistas ven en él un nuevo canto a los placeres carnales en el otoño de la vida, como ya lo hiciera en El amor en los tiempos del cólera o Memoria de mis putas tristes. ¿O quizás vosotros habéis visto otra posible lectura de este relato? Podéis dejar vuestras opiniones en los comentarios.
La foto es del cementerio de Montjuic de Barcelona con la tumba de Durruti, el anarquista más famoso de España. Quien quiera saber más sobre él puede leer aquí un breve resumen de su biografía: http://www.elmundo.es/elmundolibro/2004/07/28/historia/1091007641.html
!María dos Prazeres, para mí una mujer más viva que nunca! Una carcajada por aquí, muerta de risa por aca. No dice "era puta" pero "soy puta". Sabe perfectamente lo que quiere: una ubicación muy precisa para su tumba, para que no se inunde. Prepara muy atentivo su futuro proximo en el entrenamiento de Noi. Aún tiene un corazon de rebelde cuando escribe en las tumbas de los anarquistas y no se calle ante el conde de Cardona. Y la única con la quién se encuentra en el edificio donde está viviendo es una niña, o mejor dicho, el mañana. Y al final - de verdad - la historia resulta ser casi un cuento de hadas que acaba feliz: "colorín colorado, este cuento se ha acabado".
ResponderEliminarNo importa que la percepción del lector esté pesimista o vitalista, aquí hablamos de humorismo y honor. Una puta justa, como María se designa, tiene derecho a un destino final tan alto que no haya mar que suba tanto, a la sombra de los árboles y a la cercanía de sus anarquistas preferidos. Y no olvidar: una sepultura adonde su perrito conozca el camino para vistarla y llorarla el domingo. Porque primero la muerte no se equivoca, y segundo con humorismo vale la pena esperarla tantos años.
ResponderEliminarEste cuento sobre la soledad y también sobre la vida de una anciana que prepara con precisión su muerte y especialmente los asuntos prácticos como la ubicación de su tumba y su voluntad está escrito con mucho humor. Leí este cuento con una sonrisa.
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