sábado, 20 de enero de 2018

El desarraigo, un fenómeno que comparte un expresidente en exilio con un refugiado - Monique VP

A consecuencia del primer cuento “Buen viaje, señor presidente” fui a buscar más información sobre el “desarraigo” en internet.
Pero el fenómeno no me interesa solamente en el contexto del libro, sino también porque veía un sentimiento semejante con un yerno en los primeros años que vivía en Bélgica, aunque no era un refugiado. Y aparte de esto, el desarraigo me hace asimismo pensar en esos miles de personas que actualmente huyen de su país que sea por motivos de guerra o por motivos económicos.
Resulta que el desarraigo va más allá de la tristeza y que es una de las primeras sensaciones que tiene un expatriado . Sería más bien un sentimiento de ajenidad y soledad, debido a la pérdida de los referentes conocidos. Y no sólo referentes como su familia y sus amigos sino también su casa, su barrio, sus costumbres culturales, su clima. Todo lo que formaba su identidad.
Y aunque este sentimiento disminuye a medida que el inmigrante se incorpora a la rutina del país de acogida, resulta que se sigue sintiendo un poco ajeno a los demás.
Los motivos porque alguien decide abandonar su país pueden ser muy distintos y no obstante todos pueden sufrir por desarraigo, pienso que la situación de los refugiados de guerra es la más dolorosa. Porque no solo sufren por desarraigo sino en muchos casos también por la pérdida de personas queridas, las violaciones, el racismo, el maltrato, la explotación por grupos criminales… ¿Y que pensar del efecto de todo eso sobre los niños?
Monique VP

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