En el segundo cuento del libro, como ocurrirá en otros cuentos posteriores, la religión ocupa un lugar central en el relato. El autor utiliza el estilo periodístico en primera persona para narrar una extraña historia de creencia, amor y paciencia. ¿Cuál pensáis que es el mensaje que García Márquez quiere transmitir con esta historia? Podéis dejar vuestras respuestas en los comentarios.
'Las rosas en las manos de la Santa permanecían vivas' es el mensaje. Después de 28 años y 5 Papas el autor volvió a Roma. Mucha gente de otros tiempos ha desaparecido o envejecido como p.ej. el león. Lo que es santo es el recuerdo o el amor, que M.Duarte lleva consigo en un estuche de violonchello.Es realmente una película Italiana, llena de vida, de canciones del tenor y de humor; el hipo del Papa pero sobre todo...la escena fantástica empezanda con'buona sera giovanotto' está de gran hilaridad.
ResponderEliminarEl mensaje consiste en el prodigio de la perseverancia de Margarito Duarte. Es una cosa a la vez ingenuo y de una belleza tierna: un hombre que está creyendo tan profundo en su encargo sagrado que le vuelve "sagrado" a su mismo. Perseverencia en una cosa buena es una virtud.
ResponderEliminarTienes que sufrir para ser santo, punto de vista común de muchas religiones.
ResponderEliminarNo tiene sentido para personas que no creen.
Es una historia fantástica y maravillosa.
ResponderEliminarPara mí la rosa es el símbolo del amor de un padre para su hija, un amor eterno. ‘ El vaho de las rosas cuando destaparon la caja’ – ‘ las rosas en las manos de la santa permanecían vivas...’ . Asimismo el cuerpo incorrupto de su hija es emblemático para la creencia inmensa de Margarito y de su paciencia y perseverancia casi conmovedora.
En mí opinión el amor, la fe y la esperanza son los temas que Márquez quiere transmitir, tres elementos importantes de la religión católica.
¿Creen verdaderamente que el padre siga buscando reconocimiento por el milagro de su hija durante todos estos años? ¿No sería posible que Margarito Duarte siga haciéndolo por inercia, porque fue más fácil continuar que acabar y porque perdió de vista sus objetivos primeros en la vida dejados en su país natal? Quitar su peregrino significaba también quedarse sin propósito valioso. Quizás perdió hasta su fe pero como se marchó no solamente por su mismo pero por el pueblo entero ¡ni hablar volver con menos de una beatificación y mejor: una santificación!
ResponderEliminar.... un niño que muere es por siempre un ángel santo ...
ResponderEliminar¡No es fácil!
ResponderEliminarHay la perseverancia y la fe que juegan un papel fundamental, el no rendirse.
El seguir adelante de Margarito por encontrar la canonización de su hija, a pesar que las circunstancias están en contra.
Hay que aprender a esperar.
Es increíble de cómo una persona puede acostumbrarse a vivir en otro lugar, con diferentes cosas, sintiéndose y pareciéndose de allí mismo. Pero después los 22 años se resigna a seguir esperando. ¿Él era el verdadero santo?
No hay solo el amor del padre sino hay el amor entre las compatriotas, reflejado por la ayuda mutua.
La santa, la niña era un milagro y Margarito era un Santo de verdad.
"Margarito Duarte era el personaje en busca de autor que los novelistas esperamos durante toda una vida". Que suerte que Marquéz le encontró. Es fenomenal como sabe entrelazar su protagonista con el espíritu de la ciudad. Aquí en Roma hay el hombre que sigue esperando con paciencia la santificación de su hija. Para mí, un verdadero Marquéz de pies a cabeza, me encanta.
ResponderEliminarTambién en el relato de Genebra encontamos el protagonista, conectado con esta ciudad de los diplomáticos y de la Organización Mundial de la Salud. En la ciudad y en el personaje reina la sencación de soledad. En este libro, son las lugares que hacen los relatos. (Monica Jacobs)