La imagen es de la Cartuja de los Monegros, recientemente restaurada y rehabilitada como monumento histórico.
Este es el blog del grupo de lectura de los estudiantes de español de la escuela de idiomas Encora de Amberes. Nuestra biblioteca Agora en Grotesteenweg 224 es el punto de encuentro, el blog es el espacio virtual de intercambio de experiencias de lectura.
lunes, 26 de febrero de 2018
"Sólo vine a hablar por teléfono"
domingo, 25 de febrero de 2018
Mi lectura de “El avión de la Bella Durmiente" y "Me alquilo para soñar” - Patrick Ghijs
Estoy leyendo “Vivir Para Contarla” de Gabriel
García Márquez, una o su única autobiografía, no lo sé, y lo hago a pasitos
cortos como una comida festiva de 24 platos que quiero saborear sin olvidar un
grano.
El escritor tiene actualmente 23 años (sólamente
he empezado a leer) y ya están claras su inteligencia, su fuerza de carácter y
su imaginación infinita; en cada palabra es necesario buscar sus mensajes
escondidos. Incluso cuando la organizadora del Club de Lectura piensa que ha
leído una crónica periodística en la que realmente no pasa nada (La Bella Durmiente),
yo, al contrario, comprendo mil cosas, en este caso tratándose de la soledad.
Por supuesto es normal que toda persona comprenda
lo que más le conmueve personalmente; todos somos diferentes, ¡menos mal!.
Con mi pobre inteligencia, por ejemplo, el poema
“Los Espejos” es demasiado difícil y es difícil también descubrir lo
premonitorio en “Me alquilo para soñar”.
Fuerza, inteligencia, su arte de narrador, su
imaginación sí, pero las razones verdaderas por las que me encanta García
Márquez son sus temas: perseverancia, su optimismo, su vitalismo, su rechazo de
la autocensura (libertad), el amor (La Santa), la soledad (La Bella Durmiente),
solidaridad hacia el prójimo pobre (Buen Viaje…), melancolía y desarraigo.
Pero hay una cosa que todo el mundo parece
olvidar cuando leo los comentarios, y es su humor fantástico del cual la
cumbre es la escena con la mariposita Romana en “La Santa”: “buona
sera giovanotto, mi manda il tenore”, poesía italianísima.
Hablando de “me alquilo…” es de nuevo su humor,
su ironía, la que liga dos mundos incompatibles, el de los negocios, vendedores
y alquiladores, y un mundo más poético, el de los soñadores.
“Soñé que ella/él estaba soñando conmigo”, se
podría traducir en “soñé que ella/él me estaba queriendo”. En este cuento,
según mi opinión, el autor nos explica el único sentido de la vida y, según él,
sería amarse. Y eso es muy difcil y nada fácil a la vez, en palabras del
embajador: “no se imagina lo extraordinaria que era” (…) ”y
¿qué hacía?... nada… “soñaba”.
viernes, 9 de febrero de 2018
Me alquilo para soñar
Los sueños premonitorios son un elemento constante en las novelas de García Márquez, parte ineludible del realismo mágico latinoamericano que reflejó en su obra. Pero en este relato la persona que sueña recorre varias ciudades, entre ellas Viena donde Sigmund Freud intentó dar a la interpretación de los sueños un giro científico. Y al final hay un guiño hacia Borges, quizás una referencia a su poema "Los espejos" que termina:
Dios ha creado las noches que se arman
de sueños y las formas del espejo
para que el hombre sienta que es reflejo
y vanidad. Por eso nos alarman.
martes, 6 de febrero de 2018
El avión de la bella durmiente y La casa de las bellas durmientes - Monique VP
Buscando
información sobre Yasunari Kawabata me topé con el primer capítulo de ‘La casa
de las bellas durmientes’, donde el protagonista Eguchi visita por primera vez
la posada de las bellas durmientes. Una casa secreta donde un club de algunos
ancianos ricos pagan sumas enormes para compartir la cama con las muchachas más
bellas de la ciudad, desnudas y narcotizadas.
Hay
restricciones, no se debe hacer nada de mal gusto. Y normalmente los ancianos
ya son muy viejos, hasta que ya han dejado de ser hombres. Ellos acuden allí
cuando la desesperación de la vejez les resulta insoportable y buscan aquí
consuelo por un pasado más feliz que nunca volverá. Pero Eguchi, el
protagonista del libro, solo tiene sesenta y siete años y quiere visitar la
casa sobre todo inspirado por la curiosidad.
La idea de las
muchachas narcotizadas y por eso totalmente entregadas a los caprichos de esos
ancianos adinerados no me gustaba mucho. Pero he leído el primer capítulo hasta
el final porque la lucha de los ancianos con la fealdad de la vejez y el miedo
por la inminente muerte me intrigaba.
Es obvio que
Márquez se dejó inspirar por este libro de Kawabata. Su pequeña historia de ‘El
avión de la bella durmiente’no tiene la misma profundidad pero pienso que eso
no era el objetivo de Márquez. El cuento de ‘El avión de la bella durmiente’ es
más inocente y escrito con mucho humor. Algo muy agradable de leer.
viernes, 2 de febrero de 2018
El avión de la bella durmiente
Este es uno de los relatos más famosos de este volumen, escrito en primera persona en forma de crónica periodística en la que realmente no pasa nada.
¿Podéis imaginar historias alternativas para esta situación en las que sí pase algo? ¿O preferís la historia tal como está? Podéis compartir vuestras alternativas y preferencias en los comentarios.
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